Los androides y otras máquinas de las películas de Hollywood se parecen a lo robots actuales en cuanto a sus funciones o forma, pero casi nada en cuanto a su capacidad de razonar o a su autonomía para moverse sin recargarse. Comparamos los más famosos del cine con los del siglo XXI.
Una tarde cualquiera estás tumbado en el sofá de tu casa viendo por enésima vez el clásico de ciencia ficción ‘ Blade Runner’ y, de repente, te fijas en el robot aspirador que está limpiando el cuarto para que tú no tengas que mover un músculo en tan tediosa tarea. Sonríes y piensas en lo lejos que está la tecnología actual de los robots que se ven en las películas de cine, como por ejemplo los replicantes de la obra dirigida por Ridley Scott. Esta percepción, que mucha gente comparte, quizá no sea cierta. Por lo menos, no del todo.
“La diferencia entre los robots del cine y los robots que tenemos hoy en día no está en la forma, no está en las funcionalidades, que son bastante reales. Está en la parte más social, de empatía, de emociones y de razonamiento autónomo”, explica a HojaDeRouter.com el doctor Jordi Albó i Canals, profesor de robótica de La Salle Campus Barcelona-URL. Para él, la robótica está todavía muy lejos del cine en la parte de la inteligencia artificial (IA), en los sistemas cognitivos del robot y su capacidad de aprendizaje.
La tecnología robótica encontró su primera aplicación en la industria nuclear con el desarrollo de teleoperadores para manejar material radiactivo. Varios robots y vehículos controlados remotamente han sido utilizados para tal fin en los lugares donde ha ocurrido alguna catástrofe.
Esta clase de robots son equipados en su mayoría con sofisticados equipos para detectar niveles de radiación, cámaras, e incluso llegan a traer a bordo un minilaboratorio para hacer pruebas.
Entre las diversas aplicaciones destacan las de mantenimiento en zonas contaminadas y de manipulación de residuos.
Inspección de los tubos del generador de vapor de un reactor nuclear: Las operaciones de inspección y mantenimiento de las zonas más contaminadas de una central nuclear de producción de energía eléctrica son por naturaleza largas y costosas. Además de realizarse manualmente el tiempo de exposición de los operadores a la radiación es un factor crítico e implica un elevado costo debido a la interrupción temporal del funcionamiento del sistema. Razones que justifican el uso de sistemas robotizados normalmente teleoperador, total o parcial.
El robot es introducido en la vasija, posiciona una sonda de inspección en la boca de cada tubo, ésta es empujada por el interior de éste, proporcionando de esta manera información sobre el estado del mismo.
El robot se introduce en la vasija mediante un sistema mecánico que junto con los posibles errores en la disposición matricial de los tubos obliga a que el robot trabaje, con ayuda de teleoperación o bien con sistemas sensoriales externos como visión o láser, que proporcionen la posición real relativa entre el extremo del robot y los tubos.
Manipulación de residuos radioactivos: La industria nuclear genera una cantidad considerable de residuos radioactivos de baja contaminación (vestimentas, envases de plásticos papel) o de alta (restos de células del reactor, materiales en contacto directo prolongado con las zonas radiactivas). La forma, tamaño y peso de estos desechos es variable y es necesario depositarlos en contenedores especiales
Para tal tarea son utilizados telemanipuladores con unión mecánica controlados directamente por un operador a través de un cristal, o sistemas con mando remoto por radio o cable en el caso de contaminación elevada.
Las personas operadas por robots se han beneficiado en varios aspectos. No sólo la intervención es realizada con mucha más precisión sino que la recuperación es mucho más acelerada. El uso del robot elimina los temblores humanos, es capaz de entrar a zonas inasequibles para los médicos y daña menos tejido sano en los alrededores de la región afectada. Además, el uso de los robots reduce la estadía en el hospital, disminuye el trauma operativo, beneficia el impacto cosmético de la intervención y atenúa el tiempo de recuperación.
Hasta el momento, los robots médicos sólo pueden operar a niños de más de 20 libras pero los científicos esperan que en menos de cinco años, el uso y la evolución de la robótica, incremente su uso en todos los niveles.
Isaac Asimov fue un brillante escritor y bioquímico estadounidense de origen ruso. Es conocido en todo el mundo por sus asombrosas obras de ciencia ficción, sin dejar de mencionar que también sobresale en gran medida por sus textos de divulgación científica. No hay dudas de que el legado de este prestigioso autor es muy grande, razón por la cual en esta ocasión describiremos los principales aspectos de todo lo que “creó” a lo largo de su vida.
Una de las características más distinguidas de Asimov fue su vasta productividad, ya que publicó más de quinientos libros. Sus obras futuristas alcanzaron un enorme reconocimiento entre los aficionados de la ciencia ficción, básicamente por el asombroso equilibrio que este hombre supo conseguir entre estilo, creatividad y mundo científico-tecnológico. Su carrera comenzó en 1939, cuando publicaba cuentos de ciencia ficción en revistas especializadas en dicha temática. En poco tiempo se convirtió en el padre de este genero en relación a la rama “tecnológica”.
Asimov fue el primero en emplear el término “robótica”, entendido como el estudio y desarrollo de robots. Asimismo, el escritor también estableció las tres leyes de la robótica en sus obras “Yo, Robot” (1950) y “El segundo libro de robots” (1964). Éstas ponen a los robots al total servicio de los hombres. A pesar de esto, la gente suele manifestar repudio hacia los androides a medida que su inteligencia y lucidez moral se vuelven superiores, debido básicamente a los impulsos egoístas de la Humanidad.
(Petrovichi, Smoliensk, 1920 - Nueva York, 1992) Escritor estadounidense de origen ruso que destacó especialmente en el género de la ciencia-ficción y la divulgación cientítica.
Nacido en el seno de una familia judía, fue el primogénito del matrimonio formado por Judah Asimov y Anna Rachel Berman. Algunos biógrafos fijan erróneamente su nacimiento el día 4 de octubre de 1919, sin reparar en el hecho de que su madre modificó esta fecha con el propósito de que el pequeño Isaac pudiese ingresar en la enseñanza pública un año antes del que le correspondía por su edad.
A comienzos de 1923, la familia Asimov abandonó la recién creada Unión Soviética para trasladarse a los Estados Unidos de América. Instalados, en un principio, en el barrio neoyorquino de Brooklyn (habitado en su mayor parte por ciudadanos hebreos), los Asimov salieron adelante en su nuevo país merced a la tienda de dulces regentada por el cabeza de familia, negocio que poco a poco fue prosperando y mudando de ubicación.
En dicho establecimiento se ponían a la venta una serie de publicaciones de ciencia ficción que el jovencísimo Isaac comenzó a devorar con verdadera curiosidad tan pronto como hubo aprendido a leer, sin sospechar que, con el paso de los años, algunas de esas revistas habrían de salir a la calle llevando en sus portadas su propio nombre.
Un robot es una entidad virtual o mecánica artificial. En la práctica, esto es por lo general un sistema electromecánico que normalmente es conducido por un programa de una computadora o por un circuito eléctrico. Este sistema electromecánico, por su apariencia o sus movimientos, ofrece la sensación de tener un propósito propio.